Clubes juveniles

El estilo educativo del club está en consonancia con el estilo de vida que se viva en la familia y en el colegio.

Los adolescentes necesitan lugares de ocio atractivos y sanos donde puedan desarrollar al máximo sus habilidades sociales.

Los clubes juveniles salen adelante gracias a las familias que los impulsan. Los padres colaboran activamente, junto con los preceptores, en la organización de las actividades y todo en un ambiente muy familiar.

El adolescente pasa el punto de referencia de sus padres o de los adultos en general al de otros jóvenes. Ver que es posible divertirse y llevar una vida sana les anima a intentarlo, de acuerdo con su modo de ser y respetando su personalidad.

El estilo de la formación que reciben se basa en destacar los aspectos positivos y la recompensa recibida es ser más feliz. Además, la educación que se les transmite está inmersa en un ambiente de libertad y responsabilidad personal.

Aprenden a vivir con coherencia y responsabilidad, a pesar de que este modo de vivir y pensar choque con lo que puedan ver en la calle.

La familia y el club van en la misma dirección. La labor del club es acompañar a las familias en la educación del tiempo libre de sus hijos.

Negubide (Getxo)
Ibaiondo (Getxo)
Olalde (Bilbao)
Eretza (Barakaldo)
Tallaviento (Castro Urdiales)